- Vale do Rio.
- Petrobras.
- Bradesco.
- Embraer.
- Gerdau Ameristeel Corporation.
El efecto de las multinacionales en las naciones, puede ser de forma benéfica y/o desventajosa en ciertos aspectos, inclusive se podría denominar como un “mal necesario”, ya que en ocasiones es en base a estos gigantes que se incentiva la inversión, reflejada en el ingreso de divisas, la disminución del desempleo, alcance a nuevas tecnologías y aumento en infraestructura, pago de impuestos y estimulación a las economías locales haciéndolas más competitivas. Sin embargo el costo se traduce en un control sobre la mayor parte de capital y recursos del mundo, promoviendo la inequidad global, la creación de problemas para las comunidades locales con el cierre y reubicación de las fábricas, la explotación de los trabajadores al igual que el medio ambiente, etc. A pesar de todo, la relación entre las naciones y las multinacionales se torna como una complementariedad, en la que se denota una relación mutua, para desarrollarse y crecer en la actual globalización. Y en la que se tiene que optar por una convivencia “armónica” enfocada a un desarrollo sustentable por parte de las “grandes empresas”.